El Bili no ha enmudecido, no teman. Seguimos riéndonos con él cada día y admirando su capacidad de aprendizaje. Con sus 3 años cumplidos en octubre, el Bili es ya muy consciente de que habla dos lenguas y distingue claramente con quién debe hablar qué. Aunque por supuesto hay interferencias y transferencias, claro. Son quizás la parte más divertida. Pero sobre eso, otro día.
Hace ya meses, el Bili comenzó a preguntar activamente por la traducción de las palabras que iba aprendiendo. Por ejemplo, si oía por primera vez una palabra en alemán, le preguntaba a su padre por el equivalente en español. Y al revés. Lo más curioso es cómo lo hacía. Pondré un ejemplo:
- Das ist Ananas.
- Und Mama sagt?
- Esto se llama “piña”
- ¿Y papá cómo dice?
Alucinante, ¿verdad?
Qué listo!!!! 🙂