Nero

Durante bastante tiempo hemos conseguido mantener al Bili más o menos alejado del vil metal. Bien es verdad que tiene más trastos cochede los que necesita y que lo colmamos de caprichos, pero hasta hace poco todavía no había establecido la relación entre las monedas y la adquisición de bienes y servicios. Pero a base de ir a comprar con papá al super, ha ido relacionando ideas. Que ya sabemos que los críos son pequeños pero no tontos. Y la refinitiva vino ya con la última visita de la Yaya. Pues también sabemos que a las abuelas con el título de «abuela» se les entrega ese otro de «mimadora-malcriadora oficial». El caso es que antes, cuando íbamos a la galería comercial, se conformaba con subirse a los coches de monedas y hacer burrrúm-burrrrúm él solo. Ahora se sube, te mira con cara de no haber roto nunca un plato, pone la mano y dice: «nero».